28/Al Qasas-22: Y, dirigiéndose hacia Madián, dijo: «Quizá mi Señor me conduzca por el camino recto».
28/Al Qasas-23: Cuando llegó a la aguada de Madián, encontró allí a un grupo de gente que abrevaba sus rebaños. Encontró, además, a dos mujeres que mantenían alejado el de ellas. Dijo: «¿Qué os pasa?» Dijeron ellas: «No podemos abrevar el rebaño mientras estos pastores no se lleven los suyos. Y nuestro padre es muy anciano».
28/Al Qasas-24: Y abrevó su rebaño. Luego, se retiró a la sombra. Y dijo: «¡Señor! Me hace mucha falta cualquier bien que quieras hacerme».
28/Al Qasas-25: Una de las dos vino a él con paso tímido y dijo: «Mi padre te llama para retribuirte por habernos abrevado el rebaño». Cuando llegó ante él y le contó lo que le había ocurrido, dijo: «¡No temas! Estás a salvo del pueblo impío».
28/Al Qasas-26: Una de ellas dijo: «¡Padre! ¡Dale un empleo! No podrás emplear a nadie mejor que este hombre, fuerte, de confianza».
28/Al Qasas-27: Dijo: «Quisiera casarte con una de estas dos hijas mías, pero a condición de que trabajes para mí durante ocho años. Si completas diez, es ya cosa tuya. No quiero coaccionarte. Encontrarás, si Alá quiere, que soy de los justos».
28/Al Qasas-28: Dijo: «¡Trato hecho! Y cualquiera que sea el plazo que yo decida, no seré objeto de hostilidad. Alá responde de nuestras palabras».