21/Al Anbiya-82: De los demonios, había algunos que buceaban para él y hacían otros trabajos. Nosotros les vigilábamos.
21/Al Anbiya-83: Y a Job. Cuando invocó a su Señor: «¡He sufrido una desgracia, pero Tú eres la Suma Misericordia!»
21/Al Anbiya-84: Y le escuchamos, alejando de él la desgracia que tenía, dándole su familia y otro tanto, como misericordia venida de Nosotros y como amonestación para Nuestros siervos.
21/Al Anbiya-87: Y al del pez. Cuando se fue airado y creyó que no podríamos hacer nada contra él. Y clamó en las tinieblas: «¡No hay más dios que Tú! ¡Gloria a Ti! He sido de los impíos».
21/Al Anbiya-88: Le escuchamos, pues, y le salvamos de la tribulación. Así es como salvamos a los creyentes.
21/Al Anbiya-89: Y a Zacarías. Cuando invocó a su Señor: «¡Señor! ¡No me dejes solo! ¡Pero Tú eres el Mejor de los herederos!»
21/Al Anbiya-90: Y le escuchamos y le regalamos Juan e hicimos que su esposa fuera capaz de concebir. Rivalizaban en buenas obras, Nos invocaban con amor y con temor y se conducían humildemente ante Nosotros.